“Oh hombre, él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios” (Miq. 6:8).
Los profetas del Antiguo Testamento se encuentran entre los personajes más interesantes de la Biblia. Sus voces estridentes, sus mensajes audaces, su sentido del pesar, la ira y la indignación y, ocasionalmente, sus mensajes actuados, lograron que no pudieran ser ignorados.
El pueblo y sus dirigentes eran fácilmente arrastrados por los ídolos y el estilo de vida de las naciones circundantes. La ingrata tarea de los profetas era instarlos a arrepentirse, recordándoles el amor y el favor de Dios por ellos y, en ocasiones, advirtiéndoles de las consecuencias de seguir alejándose de Dios.
Comments